Siempre he pensado que Muammar el Gadafi era el más nefasto de la lista de nefastos gobernantes que han padecido y padecen los pueblos árabes. Y no sólo por su condición de tirano y su despiadada represión de todo atisbo de oposición incluyendo en dicha categoría a todo aquel que se mostrara o pareciera mostrarse algo tibio en el aplauso y la obligada adulación a su persona.
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