Israel, su ejército y su pueblo son tres realidades ensambladas a fuego en una sola. Imposible separarlas. Nacieron juntas, se forjaron juntas y juntas siguen, aunque cada vez se levanten más voces que reclaman una separación de poderes efectiva que haga de Israel un país con ejército, como en el resto del mundo, y no un ejército que domina un país.
Llegiu l'article sencer a
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada