Cuando hablo aquí de los obispos españoles, me refiero a todos. A los que hablan de este asunto. Y a los que no dicen nada de esto. A los que están en activo. Y a los jubilados. Porque en esta cuestión, y tal como están las cosas, el silencio es complicidad. El silencio de los obispos y de quienes no somos obispos.
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