Entre 1980 y 2004, la adhesión a la Unión Europea fue muy popular para una gran parte de la población de los países involucrados. Los ciudadanos portugueses, griegos y españoles, que salían de un período de dictaduras,[1] habían visto la integración de su país como una garantía de estabilidad democrática y una posibilidad real de mejorar sus condiciones de vida
Llegiu l'article sencer a
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada